Desde un amplio punto de vista, siempre fresco, audaz e ingenioso como ella misma.
Si existe alguien que aún no se ha "enamorado de este néctar de dioses", seguro lo hará tras conocer la pasión que le ponen en CLOS DOMINIC.
La conozco desde niña, por eso sabía que estaba destinada a hacer cosas importantes en la vida, porque siempre fue brillante.
Gracias por tus palabras, por compartir con nosotros esa parte de tu sabiduría y tu buen hacer.
Os recomiendo, si alguien tiene la oportunidad de ir a Porrera, (Tarragona), no dejar de visitar sus bodegas y a esta gran familia, gente preparada, y con generaciones futuras que aseguran su larguísima andadura. Así que, nunca mejor dicho, con su permiso, cojo mi CLOS DOMINIC "Vinyes Baixes" y brindo por Ustedes, por ellos y cómo no, POR NOSOTROS!!
Aquí os dejo el enlace. Buen vino, buena compañía, a cuidarse y pasarlo bien.
LA PARADOJA FRANCESA NO ES EL NOMBRE DE
UN PERFUME
Por otra parte yo no soy médico, ni
mucho menos, a mí la sangre me asusta un poco, me gusta más el vino. Así que de
inmediato pensé: Este artículo no lo escribo, me da yuyu.
Luego empecé a pensar: ¿Y por qué no?,
tu eres bodeguera, hace años que haces vino, hace años que bebes vino, hace
años que tengo además un título de esteticista, cosa de la que no ejerzo,
aunque nunca se sabe, a la vejez viruelas…y volví a pensar: escribe mujer, di
algo distinto, divertido y dinámico, habla de belleza y vino, de alegría y
vino, de sentimiento y vino.
Siempre que se escribe sobre el vino, se
escribe en plan snob, o casi, de manera rebuscada, empleando palabras larguísimas,
técnicas, o inusuales: resveratrol, polifenoles, taninos, proteínas,
sirtuinas…claro, y la gente se asusta o se aburre a la primera de cambio y pasa
del tema. (A mí me ocurre lo mismo cuando leo algunas cosas, al primer bostezo
pienso: ¡Vaya rollo!).
Así que aspiro a no meteros un rollo,
aunque de momento ya me estoy enrollando mucho, sin contaros nada. Os juro que
no me dedico a la política, yo solo hago vino. Así que allá va, podéis seguir
leyendo a palo seco, pero os doy un primer consejo: agarrad una buena botella
de vino, abridla y serviros una copa. La cosa se os hará mucho más llevadera y
empezaréis a beneficiaros de todo lo que os voy a contar.
Resulta que el resveratrol (polifenoles,
compuestos que lleva el vino), es una especie de héroe para las sirtuinas, que
vienen a ser las guerreras de la longevidad, unas chicas super poderosas,
proteínas y guapas ellas, que permiten
que el cuerpo envejezca mejor y más lentamente. Además y por todo ello, el vino
es un poderoso anti-oxidante, lo de oxidarse todos lo comprendéis me imagino,
uno cuando se oxida rechina, que es lo que nos pasa a los seres vivos a cierta
edad.
Bien, pues gracias al gran consumo de
vino per cápita de los franceses – aquí no les llegamos a la punta del zapato –
ellos comen todo tipo de cosas grasas y buenas y no se oxidan ni se infartan,
mientras que aquí, comiendo y bebiendo menos, nos infartamos y nos ponemos
gordotes.
He leído por ahí que muchas mujeres
guapísimas del pasado y algunas celebridades se lavaban el rostro y el cuerpo
con vino. Hoy en día está de moda la vinoterapía, de hecho existen numerosos
tratamientos de belleza derivados o fundamentados en el vino, la uva, las
pepitas de uva. Un secreto de belleza que debemos de conocer: lavarse la cara
con agua caliente para abrir un poco los poros y luego lavarse con vino. Sencillo,
barato, pero usad un vino bueno por Dios, o al menos un vino de pueblo, natural
y sin demasiado perifollos, que luego diréis que no os ha hecho efecto.
No todos los vinos son iguales, los
vinos tintos parece ser que favorecen más el tema por el hecho de que tienen
una mayor cantidad de sustancias polifenólicas. Pero bueno, puestos a disfrutar
de una buena copa, empezad con el color que queráis.
Además de que el vino permite que nos
encontremos más sanos, que ayuda a neutralizar los radicales libres y esas
cosas, que yo siempre me imagino como los ciempiés, con muchísimas patas y algo
repelentes, el vino une a la gente. Es tan delicado, delicioso y a la vez
complejo, que la gente que entiende de placeres y buena vida, suelen ser por lo
general, buenos conocedores del vino y sus variantes y grandes coleccionistas y
conocedores.
A mi me da pereza enrollarme más, y creo
que tampoco es necesario. Os recomiendo que os acerquéis al mundo SANO del
vino, del buen vino por supuesto, detrás hay centenares de pequeñas bodegas
familiares que se esfuerzan a diario por poner un producto sano y bueno en
vuestras casas. Muchas de esas bodegas, como la mía, pues soy la jefe de una
(¿Se nota?), hacen también una cosa divertidísima y barata, que se llama
enoturismo. Es como ir al cine, pero en vez de poneros una película a oscuras y
daros una bolsa de palomitas, os enseñaran hermosos viñedos, y os servirán hermosas copas con buen vino.
Si no os cuidáis vosotros ¿Quién os va a
cuidar?, no os olvidéis de la paradoja. (Que no, que no es un perfume, y
dale!!!).
Dominic Bairaguet
Gerente en CLOS DOMINIC
(PRIORAT-PORRERA)…
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